El ser humano muchas veces, casi siempre, siempre, a visto al mundo como ajeno a él, sintiéndose distinto, quizás superior o inferior pero nunca igual a nada, por el contrario creemos que el centro del universo es nuestro ombligo y hemos conseguido realmente ser diferentes, pues somos el único ser vivo que muere para ir al cielo.
Por esta razón animales como la anaconda, sin brazos y sin piernas pero con lengua larga son considerados monstruos y son cazados, muchas veces por diversión, otras por ignorancia y otras porque si (nuevo ojo, 2011).
Si no nos acostumbramos, por cualquier método, religioso, político o a golpes, a vernos iguales, humanos con humanos y humanos con hojas y escarabajos, animales como la anaconda y muchísimos mas incluyéndonos, tendremos una extinción trágica y una vida, mientras la haya, insostenible (Morales, 2007).
Referencias
Diario Nuevo ojo, (31 enero de 2011), disponible en
Recuperado el 15 mayo de 2011
Morales M., Otero J., Van der Hammen T., Torres A., Cadena C., Pedraza C., Rodríguez N., Franco C., Betancourth J.C., Olaya E., y Cárdenas L.2007. Atlas de páramos de Colombia. Instituto de investigación de recursos Biológicos Alexander Von Humboldt.Bogotá, D.C.208p.
